lunes, 20 de marzo de 2017

El placer de escuchar a “Voces del Caney” donde nació hace medio siglo



El placer de escuchar a 

“Voces del Caney” donde

 nació hace medio siglo  

 

Texto y foto: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón

 

Santiago de Cuba, marzo 20.- En 1964 había comenzado en Santiago de Cuba la aventura de los festivales de la trova,  que anualmente se han sucedido en esta ciudad hasta la actualidad. Pero entre uno y otro evento se realizaban acciones encaminadas a consolidar al género y a finales de 1967, tenía lugar aquí el primer Forum de la Trova Cubana, a instancias del  entrañable Lino Betancourt Molina.

Corría noviembre cuando lo del Forum, y en la sede de la UNEAC, en la Cuna de la Revolución,  nacía el del Dúo Voces del Caney, cuando las trovadoras Hilda Santana Tondique y Ena Casamayor decidieron unir sus voces, acompañadas por el maestro Nené Enrizo.

Cincuenta años después, las integrantes actuales: Dulce María Ibar y Mirtha Bell Cepero, junto al guitarrista acompañante Armando Estrada, quien está con el dúo hace cinco años, pasean su arte por la Capital, el resto del país, y como siempre, por los escenarios del Festival Internacional de la Trova Pepe Sánchez.
Ahora, mientras recorren sitios sagrados donde descansan  célebres trovadores cubanos en el cementerio de Santa Ifigenia, en la Ruta del Trovador que rinde homenaje a esos íconos del pentagrama tradicional, Mirtha Bell explica:

“Hago la voz segunda pero coopero con la guitarra para un mayor ‘lleno’ en el acompañamiento.”

Observar cómo Mirtha ejecuta el instrumento de cuerdas, el ritmo que le imprime, cómo coloca los acordes  permite asegurar que se está frente a una auténtica guitarrista, amante y seguidora fiel de la trova tradicional.   

“Yo siempre fui trovadora. Estudié guitarra hace muchos años, desde jovencita, en La Habana. Toco desde los 12 años y ya voy a cumplir 73 años. Me preparé en el conservatorio Alejandro García Caturla, en el “Ignacio Cervantes”, y después con Roberto Ubión, Vicente Rubiera… profesores maravillosos. Después de haber sido evaluada continué mis estudios de perfeccionamiento en la rama tradicional.”

Cuando la santiaguera Dulce María Ibar se incorporó a “Voces del Caney” en 1995, traía ya experiencia suficiente y una carrera artística consolidada como profesional en el coro Orfeón Santiago, agrupación con la cual visitó tierras caribeñas y europeas. Por lo tanto, ella asumió la voz prima y la percusión menor, y la dirección de “Voces del Caney”.  

Para las dos artistas, el Festival “Pepe Sánchez” representa una oportunidad singular de mostrar que la música tradicional es  clásica en su género “y un momento especial para rendirle homenaje a esos autores que pusieron su intelecto al servicio de la música tradicional cubana”.

Mirtha, quien ha representado a Cuba en festivales de música tradicional, tanto nacional como internacionalmente, llega al grupo de 2003, y en relación con Dulce María no escatima elogios:

“Ella canta muy bonito; es una gran persona, con un alto sentido de la disciplina y de la organización, y gracias a su empeño hemos podido mantener el Dúo Voces del Caney”. 

Mientras sucedan festivales como el “Pepe Sánchez” ahí estarán Dulce María y Mirtha con sus discos, que son como carta de presentación:  “Homenaje a Hilda Santana”, “Tristezas”, y los temas que en sus voces se antojan poemas: Dalia, El espejo de mi realidad, Estrella, La lira rota, Mujer perjura, Nuestras almas,   Rosalía, Pensamiento, Tus besos, La verdad desnuda, Café Vista Alegre, Graciela, He de amarte, La gota de hiel, La trova, Mensaje a mi amor, Si yo fuera como tú, Sufriendo no…
Y quizás el dúo tenga a bien venir a celebrar su cumpleaños a Santiago de Cuba donde nació hace medio siglo.

    

 

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